Saturday, September 22, 2007


TE QUIERO:

En mi inocencia, y en los ratos en que no estoy en rebelión.

Sé que nos parecemos, sobre todo en los momentos más negativos.

Y que puedo decírte con más facilidad lo que no me gusta de ti, que lo que adoro de ti.

Hace mucho que no dormimos en las noches con la cara pegada, y los brazos juntos.

Tampoco te cuento mis secretos, y ya no sabes qué hago en la oscuridad.

Ya no puedo decirte lo que me inquieta o me angustia. Hemos perdido la confianza.

Dejé de pasar más tiempo contigo, y me acerqué más a los extraños.

Pero debo serte sincera: cuánto te voy a añorar.

Voy a suspirar con el recuerdo de tu voz y de todas y cada una de tus manías.

Tu manía por el orden, tu manía por la disciplina, por el perfeccionismo, la manía de irse a dormir temprano a la cama, y de no andar por la casa desordenando todo.

Extrañaré el olor de tu pelo, la suavidad de tus manos. Las caricias cuando me enfermaba.

Extrañaré tu risa más que nada. Las platicas largas, cuando dejábamos de vernos por meses. Tus largas cartas, cuando estaba en otra ciudad o país.

Tu empeño por unirme a mis hermanas. Tu necedad por hacer felices a los que te rodean.

Extrañaré tus múltiples detalles, tu furor cuando se trataba de defender a los tuyos.

Y qué haré ahora que te vas para siempre. Qué haré para sustituir el vacío que dejas.

¿Será fácil olvidar mis raíces? ¿Será sencillo superar la lejanía maternal que tendré cuando te mueras? Fuiste tú quien me dio la bienvenida, seré yo la que pronto te despida.

¿Qué haré con estos ojos míos que se parecen tanto a los tuyos?

.... Ellos me recordarán cuánto te quise, cuanto te quiero, y cuánto lo haré.