Monday, April 23, 2007


CERCA...


Estamos, por más que digamos lo contrario.

La luz nos vuelve a encontrar, y el tiempo nos une.

Yo aquí, estoy. Te espero siempre.

Desde el día que te conocí.

Me has hecho crecer.

El viento no ha borrado nuestros nombres juntos.

Quiero que tus besos toquen mis párpados.

Que tu voz despierte a mis oídos.

Lejos de aquí, quiero estar.

No distraerme, para sentirte mejor.

Libre de este agobio. Poder amar libremente.
Morirme de una buena vez.

Tratar de darte más de lo que soy, más de lo que tú has sentido.
Quiero otra oportunidad. Otra para poder sentirte.

No quiero que nuestra historia de nuevo se esfume.

Pretender que no nos importa, es imposible.

Aun te amo, siempre lo haré.

Y tu rostro no se esconde en esta tarde.

Pienso en ti, sin perder las memorias.

Me recuerdas con los ojos cerrados.

Imaginas mi sonrisa, y mi cabeza en tu pecho.
Recuerdas como yo, aquellos días acostados en la cama.
Cuando nuestros pies conversaban.

Pones la mano en tu corazón, sientes mis latidos en el hueco de tu mano.

Quiero que aceptes que me amas.

Que realmente no has podido vivir tranquilo sin mí.

La noche se hace fría sin mi piel.

Las estrellas ya no brillan sin tus ojos.

Los violines terminan con mi día, más triste y más lejano que nunca.

Cerca, aunque estemos lejos.
Cerca aunque ya no existas. Aunque seas un recuerdo.
Cerca. Así te he soñado, después de tu muerte.




Sunday, April 15, 2007



CONFUSIÓN. Que palabra tan más detestable...


Pocas veces escribo palabras personales.

Porque pocas veces quiero ser personal.

Como soy poco personal, pocas veces me enamoro.

Cuando me enamoro entonces lo hago sin piedad.

Como no tengo piedad, todo termina siempre mal.

Al terminal mal, no me dan ganas de volverme a enamorar.

Para volverme a enamorar, pasa mucho tiempo.

Tiempo es lo que no me sobra.

Como no me sobra, no tengo en mi mente cabida para el amor.

Nadie dijo que el amor se guarda en la razón.

Y la razón es lo que más me gusta.

Como me gusta más que sentir, siento poco.

Y si siento poco a menudo... A menudo soy poco cálida.

Al ser poco cálida, pocos hombres se me acercan.

Y si se me acercan los miro feo.

Al mirar feo, solamente los necios o egocentristas se atreven.

Al atreverse, casi siempre caigo.

Y caigo por falta de costumbre.

Porque con costumbre sería menos idiota.

O por lo menos más colmilluda.

Pero soy un cordero vestido de lobo.

Y fue un lobo, el que me acechó por tantos días y meses.

Justo en el momento en que dejé de pensar para sentir.

Justo en ese momento, el lobo me dejó.

Argumentando: no estaba enamorado, estaba confundido.

Y se alejó sonriendo...

hasta que lo maté.