Un lobo me dijo:
"Niña anhelo cada una de tus palabras,
tus palabras de ensueño,
ensueño y deseo.
Deseo el anhelo
de tu aliento y de tu piel"
No respondí... y luego replicó:
"Sabes cuánto me gustaría darte un beso"
¿En serio? Le pregunté. ¿Por qué?
"Me nació en este momento"
Y cómo me lo darías... le dije.
"Apasionado y en la boca"
¿Con los dientes, con la lengua?
"Así es... recorrer toda, toda tu linda boca..."
¿Y qué mas lobito?
"No sé... solo cuando te dejes dar ese beso podré decírtelo"
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2 comments:
Predecir el futuro después de haber dicho tal cosa es fácil, pero definitivamente es más deseable no pensarlo: vivirlo.
Un beso...
Federico:
Gracias por tus visitas al blog. Y claro la realidad supera al deseo. Ojalá la realidad imaginario fuera realmente realidad. VALGA LA REDUNDANCIA!
Un beso.
LOBITO:
Pues como siempre te digo gracias por tus halagos. Pero no siempre lo que se escribe se siente.
BIENVENIDO.
Un abrazo.
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